la responsabilidad de dirigir este acogedor establecimiento. Con una pasión innata por la hospitalidad y el buen ambiente, Antonio se embarcó en esta aventura junto a sus hijos.
Antonio y sus hijos trabajaron incansablemente para crear un espacio acogedor donde los clientes se sintieran como en casa y disfrutaran de momentos memorables junto a amigos y seres queridos.
Desafortunadamente, en el año 2014, una triste noticia impactó a la familia y al equipo del bar. Antonio falleció, dejando un legado de hospitalidad y alegría que perduraría en los corazones de todos los que lo conocieron. Fue en ese momento cuando su hijo, José Ignacio, decidió continuar con el legado de su padre y heredó el bar.
donde los clientes pueden disfrutar de una amplia selección de bebidas y un ambiente agradable. José Ignacio se ha esforzado por mantener viva la esencia y el espíritu que su padre creó, brindando a los clientes una experiencia única y momentos para recordar.
¡Bienvenidos a nuestro bar, donde la buena compañía y las sonrisas siempre están garantizadas!